La Fiesta del Trabajo
EN PALMA
El local social de las
Sociedades Obreras de la calle del Sindicato
124, ostentaba en sus balcones las rojas
banderas de las entidades desplegadas, haciendo
un bonito efecto.
Los niños que asisten a la escuela del Centro
fueron obsequiados con un desayuno. Luego
cantaron varios coros bajo la dirección de su
profesor compañero Jaime Riera. El público que
presenció el acto sacó una impresión muy
agradable.
A las 10 de la mañana estaba convocado el mitin,
al que habían sido invitados todos los obreros,
por las entidades obreras.
Antes de la hora, el local ya estaba
concurridísimo y poco más de las 10 se dio
principio al acto, estando el local lleno de
público.
Presidió el mitin el compañero Tomás Rosselló,
quien después de explicar brevemente el objeto
del acto, y de leerse la convocatoria del mismo,
concedió la palabra al compañero Riera, de la
“Varia”, el cual censuró a los obreros que
legando perentorias necesidades trabajan el
primero de Mayo.
Demostró lo insuficiente que son las horas de
descanso que actualmente tiene el obrero y abogó
por la implantación de la jornada de 8 horas.
Pone en evidencia lo bajo de los jornales con
que se retribuye al obrero hoy día y dice que
hay necesidad de preocuparse de mejorarlos.
Apunta la necesidad que hay de que se combata
constantemente la plaga de los acaparadores que
se enriquecen a costa de los obreros, vendiendo
los artículos de primera necesidad a precios
fabulosos.
Uniéndose los obreros y mostrándose enérgicos se
va a conseguir termine la guerra de Marruecos,
que es una constante sangría para España con la
cual nada vamos a beneficiar.
Por la Sociedad “Unión
Tipográfica Balear”, habló el compañero
Alsina.
Persiguiendo dice, la Sociedad que representa,
la mejora moral y material de sus asociados, no
puede menos que dedicar un sentido recuerdo a
los compañeros que actualmente mueren en los
campos de batalla, con motivo de la guerra
mundial y a los hijos de padres españoles que
luchan en las estériles y traicioneros campos
marroquíes.
Dice que al
encarecimiento de las subsistencias, hay que
añadir la falta de trabajo o sea la crisis
económica y los que trabajan cobran los salarios
iguales que antes o aún más bajos.
Censura al Gobierno que no se preocupa lo que
debiera de ir contra los acaparadores y procurar
trabajo.
Indica que entre las conclusiones que hoy deben
presentarse al Gobierno hay dos que son urgentes
por lo que los poderes públicos deben atenderlas
a la mayor brevedad. Se refieren a la indicada
crisis de trabajo y al abaratamiento de las
subsistencias.
También censura acerbadamente el jornal de 1,50
pesetas que se da a los obreros empleados en el
derribo de murallas por el municipio. Indica que
es impropio de una corporación popular, el pagar
tales jornales, pues debe servir de modelo y en
las actuales circunstancias pagar tales salarios
es carecer de conciencia, tenerla brutalmente
burguesa. Expone, asimismo quejas contra la
Junta de obras del puerto.
Encomia la importancia de la organización,
relatando un sucedido y manifestando que con
ella, las conclusiones presentadas serían una
realidad, hay que unirse, pues, sólo a la unión
se deben las mejoras que se obtienen.
Pero en el camino a seguir por las
organizaciones de resistencia ha salido un
obstáculo que es la organización católica. El
jesuita Vives en Palma, director de el Patronato
Obrero, es el obstáculo que hay que vencer,
entendiendo que, suprimiendo dicho estorbo, no
tan solo se beneficiará a la clase obrera, sino
también a la patronal, ya que sus directores
procuran sacar de la burguesía el provecho
particular posible.
Manifiesta también que la clase obrera de Palma,
buena parte de ella, con su buen sentido, se ha
dado cuenta del engaño no haciendo caso al señor
Vives.
Termina indicando que puesto que el
1º de Mayo, trata de formar conciencia
obrera, era adecuado lo manifestado y dio un
viva el
1º de Mayo.
Por la “Agrupación
Socialista”, habla el compañero José Pérez.
Trata del encarecimiento de las subsistencias y
demuestra que la mayor parte de la culpa de ello
es del poder central, puesto que ha tenido
muchas ocasiones para abaratarlas y no lo ha
hecho.
Habla de la guerra europea y manifiesta: Los
soldados que van a la guerra no se odian. ¿Por
qué se matan?
Añade, se presenta la palabra civilización como
justificante de la guerra de Marruecos. La
civilización no se lleva con cañones y
ametralladoras, sino por medio de la industria,
de la instrucción y sobre todo, por medio de un
cariño nacido del corazón.
Termina aconsejando una gran unión, ya que es la
gran arma de los explotados.
Por la “Marítima
Terrestre”, lee unas cuartillas el compañero
Vivó.
En ellas ensalza el
1º de Mayo, indicando la importancia que
tiene para el proletariado.
Ensalza la instrucción y fustiga la guerra que
no trae más que muerte y desolación, mientras la
primera proporciona positivas ventajas.
Termina dando un viva a la unión y al
primero de Mayo.
En nombre de la “Juventud
Socialista”, usa de la palabra el compañero
Bernardo Galmés.
Dedica párrafos de censura a la guerra actual y
a todas: las pasadas y las que puedan venir.
Argumenta que puesto que la Naturaleza no ha
creado las fronteras, sino que son obra de los
hombres no hay ninguna razón para que estas
existan.
Termina con una enérgica condena de toda empresa
bélica.
El compañero
Lorenzo
Bisbal habla en nombre de la Sociedad, “La
Igualdad”, y además en nombre de la “Agrupación
Socialista”, por indisposición del compañero
Roca.
Explica el significado de el
1º de Mayo.
Manda un saludo a los obreros que se hallan
forzados en las trincheras a empuñar el arma
homicida con menoscabo de la fraternidad.
Si los soldados que se encuentran en campaña
tirasen las armas entonces la fiesta de hoy
recobraría su carácter universal de fraternidad.
Trata de las declaraciones de
Maura y
Romanones y les censura duramente por sus
propósitos imperialistas de la ocupación de
Tánger. Estas ideas no son de humanidad, sino de
ambición.
Hace duros cargos a Alemania. Recrimina la
invasión de Bélgica, diciendo que no ha sabido
respetar los tratados, ni el arte, ni la razón..
Se muestra disconforme con la actitud de los
socialistas alemanes, que se han prestado a
secundar los planes belicosos de sus
gobernantes, no teniendo en cuenta los
principios de fraternidad y solidaridad.
Dice que opina que si España tiene que entrar en
guerra no debe ser para ocupar Tánger, sino para
ayudar a los aliados, puesto que se defendería
la justicia amparando al atropellado.
Llamó, asimismo, la atención a los obreros
republicanos sobre el cambio iniciado por los
directores del republicanismo y cree que se va
perdiendo la esperanza en la implantación de la
república.
Ahora, añade, es esperado el discurso de
Melquíadez Álvarez y de seguro que se sumará
a las huestes liberales quien había predicado la
república. Cree que ha llegado la hora, de que
los republicanos honrados abandonen esa baja
política y se sumen a las filas del
Partido Socialista.
Cesura a los obreros que no habían asistido al
mitin marchándose al campo.
Por último, indicó el compañero
Bisbal
que debido a su doble representación, había
procurado salvar los respetos a ambas entidades
representadas.
Se dio lectura a las conclusiones, las cuales,
fueron aprobadas por unanimidad.
Acto seguido y tras breves palabras del
presidente se dio por terminado el mitin.
Todos los oradores fueron aplaudidos.
Después se organizó una manifestación que
partiendo del mismo Centro Obrero recorrió las
principales calles, entregando al Gobierno Civil
y a la Alcaldía las conclusiones respectivas.
En el Teatro Balear
Tal como estaba anunciado se celebró la función
que los gremios asociados al Centro Obrero,
habían organizado para solemnizar la Fiesta del
Trabajo.
Se puso en escena, por la Compañía del aplaudido
primer actor don José Ferrán, el drama “Juan el
Montañés en la noche del viernes santo”, obra
apropiada y que el público aplaudió con
entusiasmo los principales pasajes.
La interpretación fue buena. La primera actriz
señorita Alegría estuvo muy bien en su papel de
condesa siendo aplaudida con justicia en el
tercer acto. La señora Fuentes en su papel de
Magdalena estuvo acertada. El señor Fuster en el
personaje del duque de Saboya supo mantenerse a
buena altura, lo mismo que el señor Forteza en
su papel de Pedro Tarhdí que arrancó grandes
aplausos en el primer acto.
Todos los demás artistas ayudaron con acierto a
la buena ejecución de la obra.
Del director de la Compañía señor Ferrán
podríamos decir mucho, lo mismo como actor que
como director escénico, pero la amistad que nos
une con él y el cariño que se le profesa en esta
casa nos priva de tributarle los elogios que
mereció su labor artística, solamente le
felicitamos por el éxito de la velada.
La banda de guitarras y bandurrias que dirigen
los profesores hermanos Bernal, obtuvo grandes
ovaciones, teniendo que repetir algunas piezas
de “plus” para acallar los aplausos que con
justicia le tributaba el público.
La Comisión organizadora nos suplica hagamos
constar su agradecimiento, hacia los señores
propietarios y a la Empresa del Balear, por
haber dado toda clase de facilidades para que
los obreros, sin obstáculo alguno, pudieran
llevar a cabo, la conmemoración de la
Fiesta del Trabajo en dicho teatro.
Núm. 692, 8 de mayo de 1915 |