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PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL - PSOE |
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El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fundado en 1879 por Pablo Iglesias, es uno de los dos partidos políticos mayoritarios de España, junto con el Partido Popular. Desde las elecciones generales celebradas el 14 de marzo de 2004 es el partido en el gobierno. Forma parte del Partido Socialista Europeo y de la Internacional Socialista. Su organización juvenil son las Juventudes Socialistas de España. A día de hoy, ostenta el récord en número de votos obtenidos en unas elecciones generales: 11.026.163 votos obtenidos el 14 de marzo de 2004. IdeologíaEl PSOE se fundó con el propósito de representar los intereses de la clase trabajadora nacida de la revolución industrial con el objetivo declarado de la toma del poder y la consecución del socialismo, propio del marxismo que inspiraba el programa del Partido. En 1979 abandonó las tesis marxistas, de la mano de su entonces secretario general Felipe González, no sin antes superar grandes tensiones y dos Congresos. Actualmente el PSOE se encuadra ideológicamente dentro de los partidos socialdemócratas europeos. HistoriaEl Partido Socialista Obrero Español se fundó en Madrid el dos de Mayo del año 1879, constituyendo uno de los partidos obreros más antiguos de Europa (sólo superado por el SPD, cuyos antecedentes se remontan al año 1863), por el tipógrafo ferrolano Pablo Iglesias. Desde sus inicios, aspiraba a agrupar al proletariado industrial español bajo la ideología marxista. No obstante, su implementación fue muy irregular: sus principales núcleos se desarrollaron en Madrid, Asturias y el País Vasco, disponiendo de poca presencia en Cataluña, uno de los principales focos industriales de España. El atraso de la sociedad española y el frágil desarrollo industrial, así como la fuerza del anarquismo y el anarcosindicalismo entre los sectores obreros barceloneses, explican la poca relevancia que el PSOE alcanzó en los primeros años tras su fundación, al contrario que sus homólogos europeos. No fue hasta 1909 que obtuvo representación parlamentaria en las Cortes, merced a la coalición entre socialistas y republicanos plasmada en la Conjunción Republicano-Socialista liderada por Pablo Iglesias. A partir de entonces su presencia y su importancia en la sociedad española fue en aumento, tanto por su propia actividad como partido como por la fuerza de la Unión General de Trabajadores, sindicato socialista fundado por Iglesias en 1888 en Barcelona e íntimamente ligado al PSOE. Como el resto de partidos obreros, el PSOE se vio seriamente afectado por la llamada crisis de las Internacionales. El triunfo de la Revolución Rusa de 1917 y la creación de la Internacional Comunista (separada de la unitaria Internacional Socialista) provocó la ruptura del partido entre los partidarios de adherirse al Komintern (que finalmente se agruparían en el Partido Comunista de España, en 1921) y los sectores más moderados, mayoritarios, que permanecieron en la Segunda Internacional. El PSOE y la UGT rechazaron y condenaron abiertamente el pronunciamiento militar de Miguel Primo de Rivera en 1923, la suspensión del régimen constitucional que lo siguió y la dictadura militar que, con el consentimiento del rey Alfonso XIII, sustituyó al gobierno liberal turnista. A pesar de ello, la dictadura de Primo de Rivera toleró los movimientos socialistas, especialmente la UGT, que se convirtió en la primera central sindical de España. Algunos dirigentes socialistas, como Francisco Largo Caballero, llegaron a participar en las instituciones de la dictadura,con el sindicato la UGT. Cuando cayó el régimen primorriverista, el PSOE era el partido político más extendido y mejor organizado del país. Aunque a título personal, algunos líderes del partido participaron en el Pacto de San Sebastián para proclamar la República. Una vez fue proclamada la II República, el PSOE se convirtió en el primer partido de las Cortes republicanas de 1931 al obtener 131 diputados. Durante el primer bienio (1931-1933) fue una fuerza fundamental en la coalición que sostuvo los gobiernos de Manuel Azaña, gestionando diversos ministerios y colaborando con partidos como Acción Republicana o el Partido Republicano Radical Socialista. Las elecciones de 1933 supusieron un fuerte varapalo a las izquierdas republicanas y al Partido Socialista, y consolidaron a la Confederación Española de Derechas Autónomas, de ambigua lealtad republicana, como principal partido en el Parlamento. El gobierno progresista de Azaña fue reemplazado por un gabinete monocolor radical sostenido en las Cortes por la CEDA. A lo largo de este bienio, la situación social sufrió un proceso de radicalización y confrontación ideológica del que no se salvó el PSOE, progresivamente escindido entre los sectores más centristas y demócratas, representados por Indalecio Prieto y Julián Besteiro; y el ala más radical liderada por Francisco Largo Caballero, cada vez más escorada hacia el rechazo de las instituciones republicanas y la defensa de una revolución proletaria al estilo soviético. Esta deriva radical culminó en la Revolución de 1934, en la que el PSOE y la UGT (con la única oposición de los sectores centristas minoritarios de Besteiro) lideraron un violento movimiento insurreccional que sólo triunfó en Asturias, donde se estableció un orden revolucionario precario; y en Cataluña, donde la revolución tuvo un marcado carácter nacionalista. Los socialistas reaccionaban así a la entrada de la CEDA en el gobierno de la República. En 1935, el PSOE participó en el Frente Popular, que aglutinaba a fuerzas republicanas de izquierdas, socialistas, comunistas y nacionalistas. Esta coalición, nacida para enfrentarse a la derecha en las elecciones de 1936, obtuvo un ajustado triunfo en las urnas, pero su gobierno se vio interrumpido por el Alzamiento militar del 18 de julio de 1936 y la posterior guerra civil. Durante el transcurso de éste, el PSOE constituyó uno de los cimientos de los sucesivos gobiernos republicanos. Francisco Largo Caballero y Juan Negrín, ambos dirigentes socialistas, ocuparon la presidencia del gobierno en esa etapa. Tras el triunfo de los rebeldes y el establecimiento de la dictadura franquista, el PSOE fue ilegalizado junto con el resto de partidos y organizaciones democráticas. Sus dirigentes se vieron obligados a exiliarse y sus cuadros fueron perseguidos y asesinados durante la represión de la posguerra, dejando prácticamente descabezada la organización. De hecho, en los años del franquismo la actividad del Partido Socialista fue muy limitada; el peso de la resistencia antifranquista recayó básicamente sobre el Partido Comunista de España. En los últimos años de la dictadura, el PSOE acometió una contundente renovación generacional e ideológica que permitió tomar el mando a una nueva generación de socialistas ajenos al exilio: esta renovación se hizo efectiva en el Congreso de Suresnes, en 1974; cuando el histórico Rodolfo Llopis, dio paso a Felipe González al frente de la Secretaría General del partido. Tras la reinstauración de la democracia en España, el PSOE se ha convertido en uno de los dos grandes partidos de gobierno. Pero no se desvinculó del exterior: españoles residentes en el extranjero siguen militando en agrupaciones del partido, en Europa (PSOE Europa) como en América. Bajo el liderazgo de González, el PSOE asumió la tarea de gobernar España entre 1982 —cuando obtuvo una contundente mayoría en el Congreso de 202 diputados— y 1996, cuando el desgaste del proyecto socialista, el descrédito del PSOE debido a la aparición de numerosos casos de corrupción y al encausamiento de altos cargos del PSOE (posteriormente condenados por los tribunales) como responsables de la financiación y dirección del terrorismo de Estado de los Grupos Antiterroristas de Liberación, llevó al gobierno al Partido Popular. Durante su gobierno, el país acometió una notable transformación en todos los ámbitos, destacando la extensión de los servicios públicos y el Estado del Bienestar o la integración de España en la Comunidad Económica Europea (1986). La derrota de 1996 y la posterior renuncia de Felipe González a la secretaría general (XXXIV Congreso Federal) llevó al PSOE a una grave crisis de liderazgo que se extendió hasta el año 2000, cuando el XXXV Congreso Federal eligió a José Luis Rodríguez Zapatero como nuevo secretario general. Bajo el liderazgo de Zapatero, el PSOE recuperó terreno electoral frente al PP, superó a su rival en las elecciones autonómicas y municipales de 2003 y ganó las elecciones generales de 2004 (con mayoría simple) y europeas del mismo año. Su política de gobierno se ha centrado en la ampliación y la mejora de los derechos civiles, la igualdad, la reforma de la educación y el desarrollo del modelo territorial español a través del planteamiento de amplias reformas de los Estatutos de las Comunidades Autónomas. La orientación de estas reformas, tendentes a aumentar el techo de autogobierno de las autonomías hasta el máximo contemplado por la Constitución, ha generando un enconado debate en el seno de la sociedad española entre sus partidarios (nacionalistas y regionalistas de los distintos territorios) y sus detractores (esencialmente, el Partido Popular). A lo largo de la reciente historia democrática espñaola, el PSOE ha ganado en 16 convocatorias electorales a nivel nacional (frente a las 6 del PP y las 3 de la UCD), cuenta con un cuerpo electoral que ronda el 30% de la población y ha permanecido en el poder más de 16 años (frente a los 5 de la UCD y los 8 del PP). Gobierna a más ciudadanos a través de los Ejecutivos autonómicos y los Ayuntamientos que ningún otro partido en España. Congresos del PSOEEstructura y organizaciónEl Partido Socialista está implantado en toda España. En la actualidad, cuenta con unos 460.000 afiliados (datos del XXXVI Congreso Federal) que se agrupan en las diferentes agrupaciones y federaciones del partido. Entre ellas, las más influyentes y numerosas son las de Andalucía (PSOE-A), Cataluña (Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE)) y Valencia (PSPV-PSOE). Debido a la fuerza electoral del socialismo en aquellas comunidades, son destacables también las federaciones de Extremadura o Castilla-La Mancha, lideradas por los barones Rodríguez Ibarra y el ex presidente autonómico José Bono, respectivamente. Una organización federal: el Congreso FederalDesde el Congreso Extraordinario de 1979, el PSOE se estructura de manera federal. El máximo órgano del partido es el Congreso Federal, asamblea de delegados que escoge al secretario general y a la Comisión Ejecutiva Federal, marca las líneas programáticas, los grandes objetivos y las directrices políticas que regirán la actividad del partido hasta el siguiente Congreso. En el Congreso se dan cita los representantes de las distintas federaciones, una por comunidad autónoma (salvo en el caso de Cataluña, en la que el PSC es un partido federado y no estrictamente una federación); más las agrupaciones de Ceuta, Melilla, la federación de Europa (PSOE Europa) y las agrupaciones territoriales de América. También participan las Organizaciones Sectoriales del PSOE, las Juventudes Socialistas como organización juvenil del partido, la corriente federal Izquierda Socialista o la Federación de Mujeres Progresistas. La Comisión Ejecutiva Federal (CEF) y el Comité FederalEl máximo órgano federal entre Congresos es el Comité Federal, parlamento interno que dirige la política del partido, controla la gestión de la Comisión Ejecutiva Federal (CEF), aprueba las listas electorales nacionales, y tiene potestad para elegir al candidato a la Presidencia del Gobierno, convocar Congresos Federales, Conferencias Políticas o elecciones para designar candidatos (elecciones primarias). El Comité Federal se reúne tres veces al año. La Comisión Ejecutiva Federal es la dirección federal del partido. Está formada por el presidente, el secretario general (verdadero líder del partido), la Secretaría de Organización (cargo creado en el XXIV Congreso y que ha atesorado desde entonces un gran poder sobre las estructuras del partido), 11 secretarías de área y 18 secretarías ejecutivas. Entre sus tareas destaca la concreción de la estrategia y la acción política a desarrollar por el partido y la coordinación entre las diferentes estructuras (grupos parlamentarios, organismos del partido, federaciones, etc.) del PSOE. La CEF se reúne quincenalmente. En la actualidad (tras el XXXVI Congreso Federal), la Comisión Ejecutiva Federal está compuesta por los siguientes dirigentes:
Entre el resto de foros federales, hay que señalar el Consejo Territorial, que reúne a los líderes de las federaciones del PSOE (barones incluidos) y que tiene capacidad para definir la política territorial del partido. También destaca la Comisión de Garantías, que es el único órgano con poder para expulsar a un militante y que vela por el cumplimiento de los Estatutos del PSOE. Las federaciones del partidoCada federación del PSOE se organiza de manera autónoma. Hay una federación del PSOE en cada comunidad y ciudad autónoma. Además, en el exterior, una federación de carácter regional se extiende a todo el continente europeo para los españoles residentes en esa área geográfica. En los Congresos regionales se elige a la dirección de la federación, denominada Comisión Ejecutiva, Comisión Ejecutiva Regional o Comisión Ejecutiva Nacional en función del territorio. Un funcionamiento similar rige para las agrupaciones provinciales o de ámbito territorial más reducido (comarcales, municipales, locales). Aunque en condiciones normales no tiene por qué haber injerencias explícitas de la dirección federal en la vida de las federaciones regionales y agrupaciones locales, en la práctica tanto la elección de los dirigentes territoriales hasta el desarrollo de políticas propias está condicionado, por lo general, a la aquiescencia de los dirigentes nacionales del partido. En caso de conflicto, la Comisión Ejecutiva Federal puede destituir a la dirección de una federación y nombrar una gestora. El control federal de los procesos de elaboración de listas electorales cerradas y bloqueadas, por último, refuerza la autoridad de la CEF sobre las distintas federaciones socialistas. En este esquema, hay que considerar aparte el PSC (Cataluña), en el sentido de que, al no ser una federación sino un partido asociado, no está formalmente sometido a la autoridad del secretario general, elabora sus propias listas y elige una dirección autónoma respecto a la federal del PSOE. En la práctica, la lógica obliga a una cierta coordinación entre ambos partidos que, salvo en casos de crisis o grandes divergencias, permite armonizar satisfactoriamente las estrategias socialistas a todos los niveles. FundacionesComo la mayoría de grandes partidos españoles, el PSOE cuenta con diversas fundaciones y organizaciones afines que desarrollan tareas de investigación teórica, cooperación internacional, documentación y análisis, entre otras.
Miembros históricos más destacados
Glosario de términos utilizados por el PSOE
Bibliografía
Enlaces externos
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